Rincón del Deja Vu

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Capítulo 1: Tren a Neo City
No había nada de que arrepentirse, la patata sabía que ni un solo trozo de él pertenecía al campo, ni si quiera su cáscara áspera y marrón que tanto odiaba. Su deseo era simple, convertirse en radiantes papas fritas, desligar de su propio ser decenas de entes más pequeños pero mil veces más importantes que él mismo. Antes de subirse al tren ni si quiera deseó mirar atrás, nadie estaba en la estación para despedirse de él y nadie estará al otro lado esperándolo cuando baje.
Ingresó a su habitación en el Tren y tal como era de esperarse se encontraba absolutamente vacía salvo por los asientos rojos y la revista encima de estos, la cual resultó muy motivadora para el inicio de su travesía. Nada mejor que ser acompañado por su color favorito y algo de literatura ligera sobre lugares a los que visitar.
A medida que empezaban a aparecer los fuertes sonidos del motor las ventanas metálicas se cerraban automáticamente, nada se podía ver a través de ellas y nadie podía salir una vez que el viaje se haya iniciado. En realidad era innecesario ver lo que haya atrás, todo sería tan fugaz que no tendría impacto alguno, solo una pérdida de tiempo adicional, la patata lo sabía muy bien, era un escenario excitante para él.
La primera revista se llamaba “El Metropolitano”  Era una guía turística relatada de forma original, en lugar de los típicos artículos en esta se presentaba a un personaje llamado Larry, un sabueso que le gustaba viajar y fumar habanos. La aventura de aquella edición pertenecía a la capital, convenientemente la patata también se dirigía ahí.  Larry hablaba muy bien sobre las zonas centrales, los casinos, los museos de arte contemporáneo y los inmensos centros comerciales que ostentaban ser los más grandes de la nación. El lugar más maravilloso para vivir, mencionaba Larry en la última línea de la última página.
-Está disfrutando de su viaje señor –Preguntó una zanahoria vestida con un traje muy ajustado de azafata, el cual le permitía resaltar partes exuberantes de su cuerpo- ¿Desea algo para tomar?
-No gracias, señorita –Respondió con voz baja y temerosa- Me gustaría saber si hay otras ediciones de esta revista a bordo.
-¿Y una vez que usted lo sepa que hará con esa información? –Pregunta la azafata antes de retirarse de la habitación.
“Estación  27, estación 27” Decía una voz femenina a través de los parlantes del corredor. Al abrirse las ventanas la patata observó arena, mucha arena que se extendía por todas partes, los pasajeros que subían caminaban apresurados y todos vestían velos, burkas o cualquier manto que ocultase sus rostros. Uno de ellos ingresó a su misma habitación y tomó asiento rápidamente.
“Siguiente estación: Neo City, tiempo estimado  de llegada tres horas cuarenta” Mencionó la misma voz femenina antes de que las ventanas volvieran a cerrarse.
- ¿Les resultará producente a la empresa hacer organizar viajes de solo dos estaciones?- Preguntó la patata a su temporal compañero de viaje.
Espero durante minutos respuesta alguna, pero solo el silencio pudo acompañarlo, el uso de aquella vestimenta le resultaba igual de extraña que la descortés conducta que se derrochaba en el tren, aquellos sucesos pudieron haber sido las principales señales de advertencia para lo que le depararía la Ciudad del eterno resplandor, pudieron haber sido los más bondadosos mensajes de advertencia otorgados a un sujeto ajeno a la capital.
El viaje terminó resultando tedioso para la patata, sin embargo los ánimos que estaba perdiendo se recuperaron rápidamente cuando se volvieron a abrir las ventanas, él decidió no ver, decidió ignorar el fétido olor que se había generado en los corredores del vagón y a todos los demás pasajeros que se aglutinaban en la entrada.
 ¡La expectativa de una vida nueva! ¡Aquella era la fragancia de la gran aventura de su vida!

Con solo cuatro billetes escondidos en su zapato derecho después de vivir su primera glamurosa experiencia citadina patrocinada por una cebolla y su amable cuchillo. La patata silba una melodía que lo acompañará por el resto de sus días.

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